PINK FLOYD – LEARNING TO FLY




Syd Barret, primer líder, devenido en diamante loco y fuente de inspiración para innumerables canciones de la banda, se recluyo en su mundo. Pero más allá de lo que representa estéticamente su insania Pink Floyd goza hoy en día de un nombre que adquirió durante la etapa de Roger Waters. En vano mencionar discos como “Meddle”, “The dark side of the moon”, “Wish you were here”, “Animals”, o “The Wall”. Todas obras que fueron adquiriendo mayor importancia con el correr del tiempo y que, por otro lado, y no tanto, corroyeron los vínculos repletos de egos. Pero el prestigio lo gano luego de editar “The final cut” en el año 1983 y de abandonar a la banda. Entonces llego la etapa de David Gilmour que en el año 1987 edito “A momentary lapse of reason”. Que no fue un disco fácil de concebir. Gilmour conto que llegó al estudio con los demos o bocetos de canciones que no le gustaban y terminó pidiendo ayuda para terminarlas. Algo que no le resultó fácil ya que, según sus propias palabras, no era compositor hasta ese momento, era, arreglador y productor. El disco, fue un éxito (Y ni hablar de la gira mundial) pero es el menos Floydeano de todos. Canciones como “Learning to fly”, “The dogs of war”, o “On the turning away” pueden ser las más destacadas. Con “The division bell” del año 1994 acomodaron las ideas e hicieron un disco con una perspectiva diferente.


P.D.: Gracias a las giras mastodonticas que hicieron para presentar ambos discos (“A momentary lapse of reason” y “The division bell”) lograron difundir la música de Floyd en una escala gigantesca. Cosa que con Roger Waters no habían logrado hacer por rechazo de este a los estadios… Bueno, en esa época los rechazaba…

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