DISCOS EN VIVO (ALIVE AND KICKING)
Los discos
en vivo tenían, antaño, otro peso específico. Las tomas de los primeros
registros podían tomarse con micrófonos colgados en el escenario. Este formato
se hizo conocido con el jazz como medio para darle otra versión a una música,
por entonces, popular. Con los años y las modas, los discos en vivo redujeron su
interés. Pero permanecen entre cierto público.
El rock,
como estilo, comenzó a afianzarse y a ser respetado y los discos en vivo cobraron
otra importancia. Representaban y revivían lo que una noche desbordante no
registraba del día anterior.
Pero todo
comenzó a sofisticarse y a sonar con cierta pretensión. “Yessongs” el triple
disco en vivo de Yes, editado en 1973, mostraba las virtudes de una banda que
en vivo dejaba relucir alguna anomalía. O por caso “The song remains the same” ya
abordando la pendiente sin retorno que Zeppelin reproducía en vivo. O el doble “Love
you live” de 1977 el primer disco completo que hace Ronnie Wood junto a los
Stones. O en menor medida “Seconds out” el disco/película de Genesis en vivo
también del mismo 1977. O el “Live booleg” de Aerosmith.
Para los
80s los discos en vivo entraron en un círculo difícil de escapar. Tal vez podríamos
mencionar “Plays live” de Peter Gabriel o “‘The thieving magpie’ (La Gazza
Ladra)” del Marillion de Fish, ya a modo de despedida.
En los 90s Van
Halen haría lo suyo con un disco que habían prometido jamás existiría “Live:
Right here, right now” de 1993. A diferencia de Pearl Jam que comenzó a
registrar una serie de 100 álbumes en vivo, cansados de la piratería. O cuando
Pink Floyd en su regreso con “A momentary lapse of reason” y tras una gira inmensa
editaron “The delicate sound of the thunder” en 1988. En 1994 lanzan “The
Division Bell” con su correspondiente gira mundial y al tiempo hacen lo propio
con “Pulse” doble en vivo en el que interpretan completo “The dark side of the
moon” más muchos de los éxitos de toda la carrera y un arte innovador para la
época con una lamparita que titilaba. O los Stones, que desde su regreso “Steel
Wheels” hacen una suerte de disco de estudio-gira-disco en vivo.
Pero a diferencia de los discos piratas Keith Richards dijo algo hace no mucho “Todo se convierte en un balance entre el público
y lo que sucede arriba del escenario”.
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