LED ZEPPELIN – ACHILLES LAST STAND
Eran años agitados, los excesos pasaban factura y un accidente automovilístico
postró a Robert Plant temporalmente a una silla de ruedas. Todo pareció tornarse
más serio y maldito con la muerte de su hijo Karac (Que obligó a la banda a
suspender la gira). Es entonces que lo demás sigue siendo conjeturas, porque hablar
acerca de las fiestas y de los excesos es eso. Excepto, claro, que hayas estado
allí, en ese momento y en ese lugar. Así que, yendo a la música, “Presence” editado
a comienzos de 1976 es un disco difícil de digerir, y las melodías no tienen el
gancho que la banda supo derrochar. Canciones como Achilles last stand, o Tea
for one (primero y último de su dial, señora) son largas muestras de, lo
que tal vez, sea el disco más autoindulgente de Zeppelin. Claro que estamos
hablando de quien estamos hablando y por ende imposible convertirlos en pecadores,
pero tampoco se vislumbra como el paso de una evolución. O quizás lo más
cercano a este, y a su manera, sea “Houses of the holy” del ya lejano 1973.
Porque el anterior inmediato “Physical graffiti” (1975) era, y tal vez, es una
muestra cabal de que Zeppelin podía con todo y con todos y “Presence” resultó,
casi, su antagónico. Claro que visto los sucesos posteriores no sabríamos decir
cuánta influencia de parte de Plant hubo. Pero eso es solo otra conjetura…
P.D.: El recital brindado en el festival de Knebworth se desarrollo pocos días antes del lanzamiento de "In through the out door"...
Comentarios
Publicar un comentario