DEEP PURPLE - MARK II (PRIMERA PARTE)
por Tavinho
Deep
Purple, Led Zeppelin y Black Sabbath, son consideradas las bandas más grandes
del Heavy Metal y Hard-Rock de todos los tiempos. Esta trilogía nacida hacia
fines de los 60 tiene en su haber el hecho de ser reconocidas como las creadoras
del género, sirviendo como influencia ineludible para los miles de grupos surgidos
en generaciones posteriores.
BOLA
DE FUEGO
Bautizados
inicialmente como Roundabout, al lanzar su álbum debut ya contaba con el nombre
que perdura hasta nuestros días. La historia de Deep Purple comienza con la
fundación del grupo por el extinto tecladista Jon Lord (quien por otro lado sería
el encargado de generar el regreso en 1984). La convivencia de sus miembros
abarca un sinfín de discusiones, enfrentamientos, malos tratos y disputas que
propiciaron una inestabilidad constante. Los cambios en la formación de la
banda causados por el mal temperamento de sus componentes, en especial los
enfrentamientos entre los egos del vocalista Ian Gillan y el guitarrista Ritchie
Blackmore. A pesar de ello, se las ingeniaron para producir discos de excelente
calidad que a través de los años, se convirtieron en clásicos.
De
las diversas formaciones de la banda, sin duda la más gloriosa fue la denominada
“Mark II”. Que debuta con el hoy mítico “Concerto for group and orchestra” convertido
en, prácticamente, el último capricho de Lord ya que de aquí en más seria
Blackmore quien tomaría definitivamente las riendas. Y a mediados del año 1970 editan
el primer clásico en estudio de esta formación “Deep Purple In rock”. Al año
siguiente publican el inmortal “Fireball” y ya nada parecía detenerlos a la
cima. Las presentaciones en vivo se habían convertido en un ritual intenso y
sonoro para la cada vez mayor legión de fans. Es así que registraron el
legendario “Made in Japan”, considerado como uno de los mejores discos en vivo
de la historia del rock duro (para muchos el mejor). Previamente registraron en
estudio, lo que algunos no dudan en denominar La Biblia del género: el álbum “Machine
Head” con el Himno “Smoke on the Water” y otros clásicos como “Highway Star”,
“Lazy” y “Pictures of Home”. Estos excelentes trabajos registrados a principios
de los años 70 lograron destacar profesionalmente a los cinco integrantes del
grupo: Ian Gillan, Ritchie Blackmore, Jon Lord, Ian Paice y Roger Glover.
HUMO
SOBRE EL AGUA
La
anécdota que encierra la canción menciona un concierto de la banda de Frank
Zappa (The Mothers of invention). En ese lugar en
la ciudad de Montreaux (Suiza) a fines de 1971 coincidió Deep Purple que comenzaría
a grabar pocos días después “Machine Head”. Es entonces que un “estúpido” (según
menciona la letra) del público arrojaría una bengala hacia el techo del
escenario incendiando todo el lugar. El vocalista Ian Gillan lo inmortalizaría
con el recordado estribillo: “Smoke on the water – and fire in the sky”,
precisamente el humo sobre el agua era el que surgía del incendio provocado a
orillas del lago Leman. Y el humo lo que los Deep Purple veían desde el hotel.
¿QUIEN
NOS CREEMOS QUE SOMOS?
La
marcha incesante continúa y editan “Who do we think we are?” en 1973 en este último
ya se hace evidente que la relación entre los miembros no era la mejor. Poco
tiempo después, Gillan y Glover son sustituidos por el ignoto vocalista David
Coverdale y el bajista Glenn Hughes dando inicio al Mark III. Y logran un
excelente álbum de estudio titulado “Burn”, y otro que recibió críticas por su
tendencia al funk y al soul influenciado por Glen Hughes, “Stormbringer”. Pero
tras el excelente show en vivo ante 400.000 personas (Conocido como California
Jam ´74) Ritchie Blackmore decide hacer las valijas y empezar con su propio grupo
Rainbow. Su puesto lo ocupa Tommy Bolin (EEUU) con el cual registran “Come
taste the Band” pero con un estilo orientado a los ritmos funk y discotequero
de la época. Pero el grupo no era lo que solía ser y agonizaba tras la gira
presentación del disco su suerte quedo sellada con la muerte de Bolin por
sobredosis un año más tarde.
PERFECTOS
EXTRAÑOS
En
1984, luego de 8 años de la última gira y tras seguir sus propios proyectos (Rainbow,
Whitesnake, Ian Gillan Band además de su reciente participación en “Born again”
de Black Sabbath). La casualidad de los números esta vez se puso de acuerdo
para generar el regreso. Rainbow con Ritchie Blackmore y con Roger Glover en el
bajo y en producción, estaba pasando su momento más difícil. La que se conoce
como la etapa más comercial de la banda, con Joe Lynn Turner en la voz, había
arrancado auspiciosamente con discos como “Difficult to Cure” y “Straight between
the eyes”, pero el siguiente “Bent out of shape”, no conseguía calar en los
seguidores. El nivel de ventas y de asistencia en la gira americana (que no
llegarían a terminar) cayó estrepitosamente. Entonces el primer gran problema estaba
superado. Por el lado de Ian Gillan había abandonado su proyecto en solitario,
tras un puñado de buenos discos que tuvieron éxito en Gran Bretaña pero que
apenas si lograron traspasar sus fronteras. El intento de formar parte de Black
Sabbath terminó con el fracaso de “Born again” y su posterior gira precipitaron
el fin de esta efímera unión. Y el segundo obstáculo también estaba eliminado.
Por el lado de Jon Lord él había consolidado su carrera post-Purple en Whitesnake,
con notable éxito. Pero tras la edición de “Saints and Sinners”, David
Coverdale, líder indiscutible, decidió dar un giro en el estilo del grupo en
pos de adaptarse a las nuevas corrientes más comerciales que venían sobre todo
del otro lado del Atlántico. Un concepto totalmente nuevo para Whitesnake en el
que un tecladista del estilo de Lord no tenía cabida. El tercero quedaba liberado.
El último eslabón de la cadena, Ian Paice, huido poco antes de las filas de
Whitesnake, se encontraba plenamente integrado en la banda de Gary Moore, en
aquel entonces en el punto más alto de su carrera. Paice ya había avisado al
malhumorado (Y etílico) guitarrista irlandés de que acudiría a una reunión de
Deep Purple si esta se producía.
Una
vez que todos los planetas se alinearon, la noticia corrió como pólvora. Hoy
estamos acostumbrados a reuniones de grandes bandas separadas años antes, pero
quizá está en particular fue la primera y la que más revuelo levantó. El
encuentro en una finca de la campiña inglesa filmado e incluido en el videoclip
de la canción “Perfect Strangers” que le daba el nombre al nuevo disco.
¿Conseguirían conciliar las viejas disputas lo suficiente como para trabajar
juntos? Habían pasado 10 años del último trabajo del MARK II, tiempo suficiente
para calmar los ánimos. Sólo quedaba confiar en que la vieja magia volviera a
surgir y que el nuevo disco colmara las expectativas.
Estaba
destinado a convertirse en un clásico absoluto en la carrera de Deep Purple. Canciones
como “Perfect Strangers”, “Wasted Sunsets”, “Gipsy Kiss”, o la que abre el
disco “Knocking at your back door” son sobresalientes del álbum. Pero los temas
restantes son igual de buenos, con una interpretación de todo el grupo que
rozaba la perfección. Las líneas vocales de Gillan, la fuerza de Paice, la
clase de Blackmore, el sustento de Glover y la maestría innegable de Lord.
En
definitiva 1984 fue un año excelente para los amantes del metal con el regreso
de Deep Purple para quedarse hasta estos días…
Continuará…
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