METALLICA - MASTER OF PUPPETS (MASTER OF PUPPETS – 1986)
Por esa época
parte de lo que se conocía como heavy metal se debatía entre lo estándar (con un sonido pesado) o los que se establecían con un formato digamos accesible. Y aunque los caminos a seguir eran variados había mucha
competencia. Algunos casos como el de Kiss (“Crazy, crazy nights”), Judas
Priest (“Turbo”), Saxon (“Rock the nations”), o Whitesnake (“Whitesnake”) funcionaron cada uno a su manera, y en mayor o menor medida, a simple modo de prueba. Y aunque sumó otro público, que
en parte le hizo bien al género, llegado un determinado punto restó algo de credibilidad.
Y el maquillaje, las baladas o en algún caso el estrellato comenzaron a jugar
en contra. Lo cierto es que el tiempo y la distancia generaron una perspectiva diferente
y claro también los años transcurridos. Aunque también hubo bandas que tomaron
nota de lo sucedido y volvieron a su camino…
Contaba con
dos trabajos “Kill ‘em all” (1983) y “Ride the lighting” (1984), y casi todas canciones
clásicas que al día de hoy siguen siéndolo. Hit
the lights, The four horsemen, Seek and destroy solo para mencionar algunas
del primero. Fight fire with fire, Ride
the lightning, For whom the bells tolls, del segundo. Pero la llegada de “Master
of puppets” generó muchos cambios en cuanto a lo musical y a sus estructuras. Los
tiempos complejos y los cambios de ritmos hicieron del disco algo intangible en
el imaginario popular. De los clásicos, hoy por hoy, ancestrales como Battery, Master of puppets, o The thing that should not be se desprende
una energía que sigue sorprendiendo casi 35 años después…
P.D.: En jeans
y zapatillas Metallica mostraba sus progresos y les ganaba a sus contemporáneos
una prueba importante. “Master of puppets” contiene una seguidilla de canciones
y un sonido que se regeneran con el paso del tiempo. Un clásico que hasta el día
de hoy les resultó imposible de igualar. Para el género representa una obra y
un concepto musical único.
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