ROLLING STONES – HIGHWIRE / SEX DRIVE (FLASHPOINT)
El regreso de los Stones a los
escenarios y a las giras marcaba un punto importante dentro de la historia de
la música. Quizá algo sobre dimensionado por el peso que su nombre representa. Y
es que en ese 1991 The Rolling Stones eran una leyenda viva, quizá de los pocos
que habían sobrevivido. Excepto The Kinks o Santana, no había por ese entonces,
muchas bandas que pudieran adjudicarse semejante proeza. Quizá The Who con
algún esporádico regreso o alguna desventura de Black Sabbath con Ozzy pero
este último forma parte de otra generación.
“Flashpoint” es el último
registro en vivo con Bill Wyman, su bajista y también registra sus últimas dos
incursiones en estudio Highwire y Sex drive. Claro que también es su quinto álbum en
vivo y muestra un vivo que no llega a ser áspero como “Love you live” de 1977.
Pero tampoco posee un sonido que lo emparente al pulido, y lejano ya, “Still
life” de 1982. El set elegido es un vasto recorrido por una carrera que por ese
entonces rondaba los 30 años. Con el agregado de nuevas canciones como Sad sad sad, o Rock and a hard place reseñan el disco que estaban presentando “Steel
Wheel” y que significó el regreso a las giras y el fin de las hostilidades, así
como el fin del “complejo de Peter Pan” (Richards dixit…)
Highwire y Sex drive son dos representaciones nuevas más no sorprendentes de
lo que eran los Stones en ese 1991… Luego vendría el contrato multimillonario
con Virgin Records y una nueva espera hasta 1994 con “Voodoo lounge”. Ya con la
incorporación de Darryl Jones en el bajo y el mentado callo del rock n’ roll…
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